Recientemente leí un artículo que hacía referencia a las tendencias de educación y crianza de los niños en el siglo 21. Una perspectiva moderna que fomenta la creatividad y la recreación basados en la tecnología y prácticas seguras, sepultando así las costumbres formativas del pasado.
Concluí del texto que todos los que nacimos el siglo pasado, somos en realidad una especie que evolucionó en medio de enormes desafíos. Y es que las nuevas generaciones, no podrían imaginar las cosas peligrosas que tuvimos que enfrentar para llegar vivos a este siglo.